domingo, 10 de octubre de 2010

Consecuencias y crisis

Antes de la crisis definitiva, los bancos intentaron dar un empujón para ayudar a recuperarse a la Bolsa. El presidente Hoover, como de costumbre, dejó depositada toda su confianza en los bancos que ayudarían a solventar la crisis, y él no hizo nada.
Pero, los bancos, intentando nivelar la crisis, se quedaron a medio camino y tuvieron que vender sus acciones. Tras esto, la crisis fue inminente.


La crisis provocó grandes tasas de desempleo y desocupación: catorce millones de personas en Estados Unidos, seis en Alemania y tres en el Reino Unido. En Australia la tasa de desempleo era incluso mayor que en Estados Unidos y el Reino Unido juntos. Se estima que la quinta parte de la población británica vivía por debajo del umbral de pobreza a mediados de la década de los años 30.

En muchos países la Gran Depresión provocó un cambio en las actitudes políticas y en la actuación de los gobiernos a favor de medidas promotoras del estado del bienestar. Pero la Gran Depresión también creó las condiciones para que estallara la II Guerra Mundial.


La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos.

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